No sabemos imaginar nuestra historia para la vida ficcional, no lo podemos hacer porque cada día leemos menos, imaginamos nada, soñamos en blanco y negro y al amanecer nuestra “vida real” está vacía.
Sucede entonces que nos vamos volviendo cada día muy malos actores y actrices en la vida real. La máscara olvidó su historia.
“Reflexiones de cómo los seres humanos hacemos teatro todo el día”.