Chita callando, como quien no quiere la cosa, así bien raro, el Sepu es uno de los personajes más entrañables de la literatura mexicana. No porque sea tierno, delicado ni sereno: todo lo contrario. Cuando hay problema en la Ciudad de México: cuando se manifiestan la violencia, la inquietud y el temor, y más todavía, cuando las tres provienen no sólo del mundo natural sino del otro: de las criaturas sorprendentes y temibles que se agregan a las amenazas habituales del crimen, la política o la policía, allí está el Sepu, repelando, pero listo. No necesariamente para salvarnos, eso sí.
Su creador (o el ‘cronista de sus hazañas’) es Ricardo Guzmán Wolffer, uno de nuestros escritores más originales. Su carrera ha sido única, independiente y original como pocas. Las historias que aquí ofrecen son sólo una muestra de una obra mucho mayor, pero una muestra brillante, fiera y, a su propio modo, entrañable, como la ciudad que le da origen y como su gran personaje