“Tras haber dedicado suficiente tiempo a leer los filósofos entre líneas y a mirarles las manos, yo me digo: tenemos que contar entre las actividades instintivas la parte más grande del pensar consiente, y ello incluso en el caso del pensar filosófico; tenemos que cambiar aquí de ideas, lo mismo que hemos cambiado de ideas en lo referente a la herencia y a lo "innato". Así como el acto del nacimiento no entra en consideración para nada en el curso anterior y ulterior de la herencia: así tampoco es "consciencia", en ningún sentido decisivo, antitética de lo instintivo, la mayor parte del pensar consciente de un filosofo está guiada de modo secreto por sus instintos y es forzada por estos a discurrir por determinados carriles.” De esta manera reflexiona Nietzsche en Más allá del bien y del mal, procurando trascender el conocimiento derivado de la filosofía platónica, a la que considera dogmatica, para llegar a un nuevo entendimiento del mundo y de todas las cosas. Esta obra está llena de ideas fuertes que hoy conservan su validez e ilustran al lector interesado para guiarlo por los caminos siempre intrincados del ser y de su interpretación ante la realidad.