Es la sinopsis de Don Enrique, alquimista, hombre de izquierda. Quien supo hacer realidad la parábola cristiana de la multiplicación de los panes y los peces, logrando con su desprendida generosidad salarial, la prosperidad de las naciones del mundo desarrollado.
Mientras en la antigüedad los místicos se afanaban por hallar la piedra filosofal para de alguna manera convertir el plomo en oro, Don Enrique la encontró transformando en consumidores a sus trabajadores, pagándoles un salario suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural y para proveer la educación obligatoria de sus hijos. Don Enrique El Gringo Comunista, lo hizo