Rousseau es uno de los pensadores en los que descansa la política y la organización social moderna, como la entendemos y la vivimos. Es justo en El contrato social donde expone las ideas de libertad que damos como ciertas, pues hoy nadie pone en duda la premisa de que “el hombre ha nacido libre”, por lo tanto, “renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes”. Para llegar a ello, el filósofo se interna en las complicadas relaciones sociales, y nos explica que “la sociedad más antigua de todas, y la única natural, es la de la familia; y, en esta sociedad, los hijos sólo dependen del padre el tiempo necesario para su conservación.
La claridad de las ideas expuestas y los conceptos tan sólidos que ofrece esta obra, hacen
indispensable su lectura para comprendernos como animales políticos, incluso dentro de una sociedad tan compleja como lo es la de este siglo XXI, pues las tendencias naturales de organización permanecen como parte esencial de los hombres.