¿Cuántas veces hemos oído o hasta presenciado accidentes donde providencialmente todos o alguno de las víctimas sale ileso? Para muchos, estos testimonios es suficiente prueba de que los ángeles están entre nosotros y no sólo nos guían cuando se los pedimos, también nos cuidan y protegen.
Si tenemos la mente abierta y el alma y corazón receptivos, nos daremos cuenta que esos seres de luz están junto a todos, apoyando y cuidando, por ello es que le invitamos, querido lector, a que se permita abrir su mente y su corazón para poder presenciar la magnificencia de estos seres de amor.